Después de todo el verano sin clases, el huerto escolar ha seguido su curso y los frutos no han dejado de crecer. Aunque algunos se han adelantado y madurado antes de tiempo, muchos otros han esperado pacientemente la vuelta de los niños y niñas para ser recolectados. El huerto está lleno de vida y color con patatas, tomates, calabacines, pepinos, remolachas ¡y hasta girasoles!
Ahora que hemos recogido esta explosión de sabores, es momento de limpiar los bancales y preparar la tierra. ¡Pronto plantaremos los nuevos cultivos que cosecharemos en invierno o primavera!